Descubrí a este grupo en Dublín, en una tienda de discos subterránea, con un olor a habitación cerrada que echaba para atrás, pero con un encanto particular: sus estanterías repletas de miles y miles de cd´s estaban especializadas en Heavy Metal, una ramificación más dentro del rico universo del "rock and rol", de la que la vieja Europa siempre ha sido pionera, y que ha sobrevivido en la última década en el circuito y el mercado musical a pesar de los maltratos que le ha propinado el sector más “modelno” de la crítica.
Recuerdo que este disco de Avenged Sevenfold lo compré hace un año y medio en mi socorrida Dublín, a sabiendas de que en España, rancia y apolillada en diversidad musical, era casi imposible conseguirlo, pues los responsables patrios de la multinacional discográfica que representaba al grupo no se dignaron por aquel entonces a distribuirlo y a comercializarlo en las tiendas y grandes superficies de este país. Así que, prevenido de como funcionan las cosas por aquí, me agencié un par de largas duraciones de Avenged Sevenfold: “Sounding The Seventh Trumpet”, y “City of Evil”, el disco que ocupa este artículo, que resulta toda una orgía de estilos y sonidos que puede llegar a abrumar al oyente.
Todo en “City of Evil” es barroco y recargado, pero en el buen sentido del término, en el sentido creativo de fusionar metal clásico, con intros death metal, riffs hardrockeros -eso sí, más endemoniados que Lucifer-, y unas voces y unos coros muy logrados que respaldan toda esa recreación musical. Claro, estamos hablando de canciones que duran entre 6 y 8 minutos, pero ya os adelanto que a pesar de su duración no os dejarán indiferente, ni os aburrirán en ningún momento; y esto es debido a que sus continuos cambios de ritmo convierten cada canción en algo adrenalítico y pegadizo, por lo que hará las delicias tanto del viejo aficionado al Heavy Metal, como de los recién aterrizados a este estilo musical poderoso e imaginativo.
Yo creo que este disco es tan adictivo que puede enganchar incluso hasta a las amas y amos de casa. Haced la prueba y enchufad a todo volumen “City of Evil” de Avenged Sevenfold a vuestra mamá o papá, a ver qué pasa…
Como decía antes, la escucha de canciones como “Beast & The Harlot”, “Burn it Down” -vaya inicio más demoledor-, “Blinded in Chains”, “Bat Country”, “The Wicked End” o “Betrayed”, recuerda a pasajes musicales que van desde Iron Maiden a Metallica, pasando por Guns´N´Roses, sobre todo con la balada “Seize The Day”, que tiene toques de “November´s Rain”. En todo este barroquismo musical, que también se nutre de la estética gótica fúnebre y sepulturera, se dan el lujo de meter guitarras españolas o intros atmosféricas propias de la banda sonora de un western, digo yo que como homenaje al legado cinematográfico que nos dejó Sergio Leone.
Mención aparte se merece la voz que dirige a este grupo: “Mr. Shadows”, un cantante con unos registros vocales interesantísimos, desde lo melodioso a lo desgarrador en menos de medio minuto.
Si el disco ya es curioso de por sí, la procedencia del grupo no se queda atrás. Avenged Sevenfold son californianos, un territorio comanche para el Heavy Metal, que ni de lejos ha tenido la riqueza y la tradición de los sonidos metaleros que se practicaron, por ejemplo, en la vieja Europa. Son yanquis sí, pero no tienen nada que ver con productos prefabricados como “Limp Bizkit” o “Linkin´ Park”.
El futuro está en sus manos.
Yo os dejo con unos cuantos vídeos de Avenged Sevenfold que certifican todo lo que acabo de contar.
ATTE: Rose Shadows
Avenged Sevenfold: Más heavys que el odio
Publicado por Rose Shadows en 12:42 0 comentarios
Etiquetas: comentarios, criticas, Notas
Subscribe to:
Entradas (Atom)